viernes, 15 de febrero de 2008

OURENSE

Escultura "Vendedora de castañas"
Escultura en la Calle del Paseo de Xaime Quessada

Seminarios


Colegio María Auxiliadora (Salesianos)



Ayuntamiento de Ourense




Vista nocturna de la catedral


Parque de San Lázaro, en el centro de la ciudad


Orillas del Río Miño, que es la espina dorsal de la ciudad. De fondo se ve el puente romano, símbolo de la ciudad.


Imagen del Puente Millenium

Fuente de agua termal de As Burgas, su origen se remonta a los primeros asentamientos romanos que se dieron en esta zona de la ciudad. Al agua de esta fuente se le atribuyen cualidades curativas, el agua sale a una temperatura de 67 ºC. La fuente que se contempla en la fotografía y que es la que se conserva actualmente es de estilo neoclásico tardío proyectada por el arquitecto Trillo a mediados del siglo XIX.

Fuente Plaza do Ferro

Puerta principal de la Catedral

Catedral

Puente Millenium (el "arco" que se aprecia en la foto son escaleras, de modo que se puede subir a la parte mas alta)


Área termal Outariz (Ourense)


Vista nocturna del Edificio Simeón


Auditorio de la ciudad

Vista general de la ciudad
















































































PRIMERA TORRE BIÓNICA DEL MUNDO


Los arquitectos españoles Rosa Cervera y Javier Gómez Pioz, creadores de la torre biónica, una ciudad vertical para 100.000 personas, capaz de alcanzar hasta 1.228 metros de altura, explicaron en una entrevista cómo podría construirse en Shanghai la primera urbe vertical de la historia.Una torre biónica, aeguran, podría aliviar muchos problemas a la metrópoli china, que con 18 millones y medio de habitantes (entre ellos casi cinco millones de población flotante), cuenta ya con una superficie urbana de unos 100 kilómetros de diámetro, con casi 5.000 rascacielos terminados y más de otro millar en construcción.Con la masiva emigración de campesinos a las grandes ciudades del país y una población total que, debido a este fenómeno, aumentó sólo en Shanghai en 130.000 personas entre 2006 y 2007, Cervera y Pioz creen que, a medio plazo, la ciudad no podrá seguir expandiéndose a lo ancho, y así se lo reconoció, hace ocho años, su propio alcalde."Dentro de algunos años no nos podremos permitir no tener una torre biónica", asegura Pioz que le dijo Han Zheng, entonces teniente de alcalde responsable de urbanismo, ya que extenderse sin límites en horizontal acabaría suponiendo un consumo energético "insostenible".Entretanto, mientras se desvanece el temor a los rascacielos que cundió tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York (2001), ya se están terminando edificios como la "Burj (torre) Dubai", en los Emiratos Árabes Unidos, que superará los 800 metros de altura.Pensar en ciudades verticales de 1.228 metros "ya no suena tan disparatado como hace una década, y dentro de otros 15 años habrá muchos edificios de más de 1.000 metros de altura, en China y en todo el mundo", afirma convencido Pioz.Precisamente Shanghai y Pekín acogerán, a finales de este año, una exposición sobre "Arquitectura Española de Vanguardia", encargada para el Año de España en China y retrasada por incompatibilidades de agenda entre los museos, en la que se presentará la arquitectura biónica desarrollada por Cervera y Pioz.La pareja de arquitectos, que se preguntó hace décadas "por qué la naturaleza no construye con pilares y vigas", y desde entonces estudia y aplica estructuras naturales en sus edificios, mostrará allí cuál sería la ubicación ideal de una primera torre biónica si fuera construida en Shanghai."Cuando las grandes ciudades se desarrollan suelen crecer tan rápido que dejan en su interior antiguas zonas industriales, que antes estaban en las afueras y que ahora están el centro", explicó Pioz."En esos espacios gigantescos se pueden construir otros 50 rascacielos, o aprovechar esas tramas obsoletas con un urbanismo diferente", capaz de "devolver el espacio a la naturaleza", en palabras de Cervera, con una ciudad vertical ajardinada que contaría en su interior con hoteles, oficinas, viviendas y espacios verdes.Para hacer el proyecto rentable, la primera torre biónica que se construya será, probablemente, a partes iguales hotelera y comercial, revelaron, con la ventaja de que puede ser construida en distintas fases y empezar a ser utilizada desde la primera de ellas.La torre necesita un área disponible de un kilómetro de diámetro, en cuyo centro estaría su base.A nivel del suelo tendría una planta elíptica de unos 160 por 100 metros, que al subir se iría ampliando hasta los 260 por 160 metros en sus pisos más anchos (unos dos estadios de fútbol), a más de 200 metros de altura.A partir de esa base, podrían sumarse sobre ella nuevos barrios verticales, en sucesivas fases, a lo largo de años o décadas, formando una elipse cada vez menor hasta alcanzar un máximo de 1.228 metros de altura.Hacer torres más pequeñas, sobre un terreno menor, no es imposible, pero limitaría sus posibilidades de desarrollo futuro a una menor altura, cuando "una sola torre biónica colocada en un lugar estratégico puede provocar una transformación urbanística muy interesante", aseguran sus creadores.En el futuro, ambos creen que la aplicación de su idea y de otras soluciones urbanísticas permitirá la creación de verdaderos bosques de ciudades verticales interconectadas, separadas entre sí por cerca de un kilómetro para ubicar, en sus correspondientes anillos en torno a su base, instalaciones de almacenamiento, lúdicas y deportivas.

lunes, 4 de febrero de 2008